En este ciclo, todos nosotros hemos experimentado una crisis de identidad.
Esta crisis,
que ha sido especialmente notable desde 1950 hasta nuestros días, nos ha
llevado a enfrentar desafíos significativos en nuestra vida y espiritualidad.
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Encuentra la Libertad al liberarte del Pasado. Descubre como dejar atrás el autocontrol negativo, disfrutar plenamente. |
En términos
sencillos, implica que a menudo nos rehusamos a pedir ayuda y, cuando logramos
algo, nos resulta difícil disfrutarlo plenamente.
Nos alejamos creyendo que es lo que debemos hacer, dejando de lado los regalos que la vida nos brinda.
Nos sometemos a un autocontrol negativo, donde creemos que para restringir el disfrute y evitar que la energía femenina lo experimente plenamente, debemos sacrificarnos de acuerdo con nuestras responsabilidades y limitar nuestro placer.
Esta actitud
refleja nuestra incapacidad para permitir que el placer ocupe un lugar central
en nuestras vidas.
Si el placer encuentra un espacio definitivo en nosotros, desaparece la
culpabilidad de sentirnos bien.
Y cuando la culpabilidad desaparece, también se disipa el resentimiento que hemos sentido por haber utilizado estructuras antiguas que reflejan el miedo de que el placer nos lleve a la autodestrucción, al autocastigo o a la autolimitación.
Es hora de
liberarnos de la ilusión del pasado, ya que el pasado está muerto y no tiene
poder sobre nuestro presente.
Si el pasado
nos afecta emocionalmente,
¿Por qué no nos volvemos expertos en olvidar en lugar de sólo perdonar?
El perdón representa solo la mitad del proceso de transmutación de los bloqueos energéticos generados por la memoria.
Recordar, en cambio, implica ser conscientes de cuántos años de nuestra vida se desvanecen al recordar antiguas memorias y otorgarles el mismo poder emocional que tenían décadas atrás.
Cuando alguien
comete un error o falla en algo, solemos sentir resentimiento, a veces incluso algo
más intenso que el propio resentimiento.
La mayoría de las personas creemos que el odio es inaceptable y que la vida no está en orden; pero si deseamos encontrar paz, dulzura y ternura en nuestras vidas, debemos comprender que una circunstancia opuesta ocasional no nos convierte en seres malos y no debe confundirnos para el resto de nuestra vida.
El camino para superar esto implica olvidar y desprenderte.
Explicarles, por ejemplo a tus
seres queridos que el pasado ya no tiene poder sobre ti. Diles que,
si te aman, recuerden aquellos momentos en los que les brindaste alegría y
felicidad.
Recuérdales que eres único y especial para ellos. Hazles saber que aprecias los maravillosos momentos que compartieron juntos.
Recuérdales el pasado en el que demostraste tu fortaleza y tu capacidad para atraer lo positivo.
Si realmente deseas recuperar tu esencia y ser libre, elige olvidar y pide a tus seres queridos que te ayuden a recordar.
El otro camino, la enfermedad, solo te
llevará al odio, la ira y la frustración.
No te permitas seguir experimentando una circunstancia que solo te causa dolor.
Detente en el presente y acepta olvidar el pasado. Acepta la ayuda y el maravilloso recordatorio de todo lo que has logrado y que está en orden.
Reconoce que mientras tu mente se sumerge en recuerdos dolorosos, las personas a tu alrededor siguen creciendo, mejorando su visión de ti y aumentando su amor por ti.
Únete a la realidad y abandona la ilusión del pasado. Deja de castigarte y finalmente encuentra la libertad que tanto anhelas.
Confía en los
seres que te aman y pregúntales cómo les has demostrado tu fortaleza para
superar todas las adversidades.
Permítete escuchar sus palabras maravillosas y si no te sientes conectado con ellas, es seguramente, porque aún encuentres placer en recordar el pasado.
Recuerda que
extraer placer de esos recuerdos solo reabre heridas y evita que sanen por
completo.
Mantén en tu Corazón esta Sabiduría, querido Ser Bendito.